«La separación», «Cámara de gas», «Los ahorcados», «Todo está en fuego», «Un soldado le está disparando a mi hermana pero yo me había escondido debajo de un árbol». Estos son algunos de los títulos de los más de 100 dibujos expuestos en el Centro de Cultura de la Defensoría del Pueblo. La exposición «Dibujar la guerra» muestra cómo niños y niñas de distintas épocas y países han vivido los conflictos armados.

Los relatos, testimonios y recopilaciones sobre lo que pasa en la guerra suelen retratar lo vivido a través de los ojos de los adultos, pero ¿qué pasa con los niños, esos testigos silenciosos que también viven el dolor y enfrentan la muerte en los conflictos armados? “Dibujar la guerra» es una exposición que muestra esa otra mirada que se le puede dar a los conflictos bélicos, una dónde la realidad se muestra sin filtros, con la sinceridad propia de quienes recién están empezando a ver el mundo. 

40 años recopilando dibujos de guerra

Niños y niñas de diferentes regiones del mundo crearon los 117 dibujos que componen la exposición, dónde plasman con materiales como papel, lápiz y lienzo cómo llegó la guerra a sus vidas. Estos dibujos pudieron estar en la capital del país gracias a un trabajo que empezó hace mucho tiempo la ONG francesa Niños Refugiados del Mundo (Enfants Réfugiés du Monde). 

Esta ONG lleva más de 40 años recopilando dibujos realizados por niñas y niños en los campamentos de refugiados a través de distintos conflictos armados, desde la guerra civil española, hasta los genocidios de Camboya y las guerras en América Central, entre muchas otras. 

Es así que al tener este material surge la necesidad de dar a conocer la forma en la que desde la infancia se ve la muerte, la pérdida, el dolor de tener que huir de casa y la angustia de enfrentarse a una situación ajena a ellos que cambia su vida por completo. Como lo menciona Vanesa Vivas, Productora general de la exposición en Colombia, “la idea es que la gente pudiera notar la profundidad de lo que implica un niño y una niña dibujando en un contexto de guerra”.

Dibujar contra el olvido

Las emociones iniciales que genera la exposición suelen ser de dolor y conmoción, pero el propósito principal del recorrido no es quedarse en el lamento, sino llevar al diálogo. Por eso la Defensoría del Pueblo dividió la experiencia en tres momentos que llevan de estas emociones tristes, a comprender las diferentes realidades que se viven en los conflictos armados, no solo en otros lugares del mundo, sino también en Colombia y finalmente, al deseo de hacer algo para la no repetición.

Como lo expresa Valeria Maldonado, funcionaria del Centro Cultural de la Defensoría del Pueblo, “El dibujo se vuelve una herramienta para hacer ejercicios de memoria, para luchar contra el olvido”.

Ignorar la visión de la infancia sobre el conflicto armado significa ver una imagen incompleta de la realidad y en consecuencia se tendrán soluciones poco efectivas que cambiarán sólo una parte del problema.

Esta exposición invita a la reflexión, a cuestionarse cómo se puede aportar, desde el lugar que cada persona ocupa en el mundo, a la construcción de paz desde la memoria, la empatía y el diálogo.  

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