En Colombia, las mujeres han creado estrategias para construir paz desde los territorios más afectados por el conflicto armado. Sus iniciativas transforman problemáticas locales en oportunidades de cambio social mediante acciones concretas y comunitarias.
Estas cinco experiencias muestran cómo, desde diferentes regiones, las mujeres aportan a la construcción de paz a través del arte, la protección ambiental, la educación y la memoria. Cada proyecto crea espacios seguros donde las comunidades encuentran formas de sanar y proyectar futuros diferentes.
Narraciones que se bordan
En Cúcuta, la Fundación MOIRAS convierte historias en arte textil. A través de libros de tela, mantas bordadas y exposiciones, dan visibilidad a las experiencias de mujeres en la frontera, incluyendo a población migrante venezolana. Su Casa Cultural sirve como espacio seguro donde el tejido colectivo se transforma en una herramienta efectiva para la construcción de paz.

Guardianas del bosque
En Nariño, las mujeres de la Asociación de Guardabosques Los Gualpantes protegen áreas naturales amenazadas. Han reforestado zonas degradadas con árboles nativos y transformado antiguos terrenos ganaderos en espacios de conservación. Su trabajo educativo permite que nuevas generaciones aprendan sobre la importancia de defender sus ecosistemas locales.

Voces que tejen memoria
En Bogotá, el Círculo de Palabra de Mujeres Indígenas crea podcasts y documentales para preservar saberes ancestrales. Con grabadoras y cámaras en mano, documentan ceremonias tradicionales como la Pelazón del Pueblo Tikuna en el Amazonas, construyendo un valioso archivo audiovisual que permite a jóvenes y adultos conectar con sus raíces culturales.

Teatro que busca memoria
En el Meta, las mujeres de El Tente, madres, esposas y familiares de personas desaparecidas, transforman su dolor en arte a través del teatro. Con sus obras, mantienen viva la presencia de sus seres queridos usando sus prendas y objetos personales en escena. Complementan su labor con un Jardín de la Memoria y sesiones de yoga al aire libre que convierten espacios públicos en lugares de sanación colectiva.

Sembrando paz desde la montaña
En Popayán, la Asociación de Mujeres por la Paz con Justicia Social «Las Manuelitas», integrada por firmantes del Acuerdo y víctimas, crearon «La Trocha, Sentires de la Montaña», un café-gastrobar que impulsa su autonomía económica. Su programa «La Trochita Creativa» ofrece cuidado infantil para que las madres participen en actividades políticas mientras los niños aprenden sobre memoria y reconciliación.

Pequeñas acciones, grandes transformaciones
Estas iniciativas nos muestran que la construcción de paz comienza en las comunidades, con acciones concretas que responden a necesidades específicas. En Otra Escuela aprendemos de estos ejemplos que combinan creatividad, trabajo colectivo y arraigo territorial para enfrentar los impactos del conflicto.
¿Conoces alguna otra iniciativa que aporte a la construcción de culturas de paz?